
Feliz se me ve con una nueva copa. Gran jornada de póker en donde casi estuvimos todos. Sobre la ausencia de Tomás qué podemos decir? Le cayeron amigos de sorpresa en medio del temporal y, en vez de decirles que lo estaban esperando para jugar al póker, se puso a cocinarle pizzas. Obviamente que todos le creemos.
Se sumó José al grupo. Una buena noticia para reemplazar a los suplentes que siguen enredados en polleras y pañales. También apareció Santi para conformar un grupete de ocho, número mágico para que haya buena acción. Gran noche de José. Prometió año y medio de presencias. Esperemos que cumpla.
De Diego podemos decir que clavó un póker de reyes hermoso. También podemos decir que no hay que mezclar Ron con Schweppes de pomelo. Papelón. Como tantas otras veces, la copa se definió en la última, La Mano de Dios que me dio como dos lucas para terminar ganando.
La tabla anual de posiciones lo muestra a Martín cómodo en la cima. Faltan cuatro encuentros y todo puede cambiar. Gonza sigue apostando a la estrategia de los Palitos para sumar y mantenerse prendido. Juan viene calladito, pero también prendido en la lucha. Veremos como sigue la cosa.