Gracias a un póker hermoso que me repartió Dieguito, me llevé un pozazo que a la postre resultó en la tan ansiada copita mensual. Compramos entre todos trescientas sesenta y siete cajas para cagarnos bien a palos en manos divertidas. Al final resulta que si hay buena onda, jugar de a siete no es tan malo, aunque siempre es mejor de a más.
Así terminó la noche en lo del Gonzo. Nachito tiene que estar contento ya que se alejó más de Tomás y se benefició, aún dejándonos plantados. Qué aburrida la gente que falta todo el tiempo, cero compromiso.
Echemos un vistazo a las posiciones anuales.
Abajo vemos la parte divertida del asunto pokeriano. La cantidad de cajas va in crescendo ya que el precio es barato. Quizás para el año que viene deberíamos modificarlo. Podemos debatirlo y votar. Este año jugamos siete veces con muchos ausentes y llevamos compradas 2569 cajas. El año pasado jugamos diez veces con más jugadores y en total compramos 2387 cajas. Ven a qué me refiero?
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